home blog

Chianti Classico 2019 y Riserva 2018, ¡una pareja perfecta!

3 septiembre 2021

Quizás os hayáis enterado ya de que acabamos de empezar a vender los vinos que embotellamos a principios de junio de este año. He decidido hacer un vídeo para presentar el Chianti Classico 2019 y el Riserva 2018 porque es verdaderamente raro obtener dos añadas consecutivas tan buenas.

Si pensamos en los últimos años, es fácil notar una cierta discontinuidad en las añadas excelentes: a la maravillosa añada de 2010 le siguió una cálida y árida en 2011, mientras que la elegante añada de 2013 fue precedida de una demasiado cálida en 2012 y seguida de otra con un exceso de lluvia estival en 2014. La fantástica añada conmemorativa de los 300 años del Chianti Classico, en 2016, fue precedida también de otra demasiado cálida en 2015 y seguida de una aridísima en 2017.

Por el contrario, ¡las de 2018 y 2019 son dos añadas consecutivas que han rayado la excelencia en Montefioralle!

La añada 2018

Para nosotros, la añada 2018 tiene un significado afectivo importante que va más allá de su magnífico resultado, dado que se trata de la 50.ª vendimia de nuestra empresa. En Montefioralle, la Gran Madre Naturaleza nos bendijo realmente aquel año. 

El ciclo vegetativo de 2018 empezó con una brotación precoz debida a la presencia de temperaturas superiores al promedio estacional en los meses de marzo y abril, seguidos de un mayo más fresco y bastante lluvioso. A partir de mediados de junio las temperaturas empezaron a subir de nuevo, pero durante el verano hubo varias tormentas estivales en Toscana, también en la zona del Chianti. En esto tuvimos muchísima suerte, ya que los temporales pasaron prácticamente de largo en todas las ocasiones.

Muchos de vosotros habréis probado ya el resultado del 2018 con el excelente Chianti Classico Annata que sacamos el año pasado, ¡así que os podéis imaginar nuestro Chianti Classico Riserva!

La añada 2019

Ya hicimos algunas declaraciones en nuestro blog nada más terminar la vendimia: la de 2019 fue una añada caracterizada por una brotación más tardía, con un verano cálido pero sin picos extremos de calor y con la justa cantidad de lluvias, concentradas sobre todo a principios de septiembre. Durante el resto del mes se sucedieron importantes oscilaciones térmicas que permitieron la perfecta maduración fenólica de las uvas.

Este Chianti Classico es excelente como lo era el de 2018, aunque sigue siendo joven obviamente. Mi consejo es conservarlo en la bodega durante un año por lo menos y empezar a descorcharlo a partir del otoño que viene. ¡Haced ahora vuestras provisiones porque os dará una gran satisfacción dentro de algunos años!

Entre otras cosas, esta etiqueta tiene también un valor especial porque es nuestra primera añada biológica certificada. No es que las añadas anteriores no fueran biológicas, pero como sabéis hemos decidido adoptar un régimen de control y certificación para asegurar la máxima transparencia en lo que respecta a la sostenibilidad ambiental de nuestra producción. Así que, después de algunos años en los que nuestra empresa ha estado «bajo observación» por parte de un organismo de control, esta es la primera botella que obtiene la certificación oficial.

¡A vuestra salud!